viernes, 1 de julio de 2016

POLONIA 9 DÍAS/8 NOCHES. JUNIO 2016



Cracovia y Varsovia.


En nuestra visita a Polonia nos decantamos por explorar Varsovia y Cracovia. El vuelo lo cogimos directo desde las Palmas de Gran Canaria a Varsovia con una low cost (5 horas). Fuimos 4 adultos (2 mujeres - 2 hombres) y una niña de cinco años. Llegamos a Varsovia de noche y teníamos el transporte reservado hasta nuestro alojamiento. Estaba situado (apartamento) en la calle Piwna, al lado del Mercado de la Ciudad Vieja (Rynek Starego Miasta), donde se encuentra el monumento a la sirenita de Varsovia (símbolo de la ciudad). El apartamento se llamaba AAA Stay Warsaw Apartments. Estaba muy bien ubicado y era acogedor. Quizás, por ponerle un pero, algo vetusto.

Como consejo importante: debemos decir que antes de las doce de la noche cierran las cocinas de todos los restaurantes en la zona, con lo que para cenar estuvimos callejeando hasta que encontramos un Subway abierto. Cenamos, dimos un paseo por el Mercado de la Plaza Vieja (nuevamente), el Krakowskie Przedmieście  (Camino Real), para bajar un poco la cena, y luego a dormir. Estábamos derrotados.

2º día: Varsovia

La primera parada fue en la plaza de la sirenita. Fuimos al punto de información turística a coger algunos mapas y preguntar algunas dudas que teníamos. Desde allí nos dirigimos a coger el tranvía para visitar el mercado de antigüedades de Kole. El tranvía se coge justo debajo de la Columna del Rey Segismundo III Vasa (hay varios números). El mercado no es gran cosa, pero si te gustan las antigüedades hay que visitarlo.

Volvimos a coger el tranvía y regresamos a la Columna de Segismundo (Camino Real) y alrededores para refrescarnos (el día era atorrante), visitar algunos de sus puntos de interés y comer algo en el Zapiecek (Camino Real). Un restaurante agradable y bueno, con chicas vestidas con trajes regionales. Recomendable. Luego, con la compañía de unos helados, nos dimos un agradable paseo hasta el Mercado de La Plaza Nueva y el Monumento al Alzamiento de Varsovia, pasando por la Barbacana (Puerta de la Ciudad Nueva). Tras un largo paseo por los alrededores (hay mucho que ver en la zona: iglesias, edificios…), de repente, nos tropezamos con una multitud que se dirigía hacia el parque Fontann a un festival musical gratuito (por motivo de solsticio de verano) con multitud de puestos de comida, bebidas y suvenires. Disfrutamos de la música y el ambiente, paseamos por los alrededores y volvimos al casco antiguo para cenar en la Plaza Vieja.

Desde el apartamento (en una zona inmejorable) todos los principales puntos de interés de la ciudad vieja están a tiro de piedra y la Ciudad Nueva, también, está a un agradable paseo.
 
3º día: Varsovia

Nos dirigimos a la zona del antiguo gueto judío. Cada día tomábamos por diferentes lugares para así poder ver algunas cosas distintas según el camino que cogiéramos. De camino nos detuvimos a desayunar y visitamos el parque Lazienki. Muy bonito. Por la zona se puede visitar el museo y pasear por algunas calles curiosas y otras no tanto. Se conservan marcadas algunas zonas del antiguo muro. Al atardecer el clima se puso un poco malo y cogimos el tranvía nº 4 para dirigirnos a Annopol y visitar un centro comercial, ya que comenzó a llover. Por el camino se puede parar para ver alguna iglesia curiosa. Comimos en el centro comercial. OJO: No tiene casa de cambios (hay cajeros)

El billete del tranvía se puede comprar en unas máquinas, directamente al conductor o bien en los estancos que suelen haber cerca de las paradas.

Cuando mejoró el tiempo aprovechamos para pasear, tomar unas cervezas y luego cenar en la plaza.

4º día: Varsovia

Nos dirigimos a la estación central para comprar el billete de tren e ir a Cracovia al día siguiente. Toda esa zona es mucho más amplia y moderna, aunque con algunos contrastes. Nos sorprendió que había bastante cola para comprar los billetes, pero, a su vez, había una cola prioritaria para discapacitados, embarazadas o madres con carrito de niño (eso nos salvó). Nos hicieron un descuento familiar por ser cuatro adultos.

Después  nos quedamos visitando la zona centro y su milla de oro. Había una zona peatonal donde comimos en un sitio de carnes riquísimo. La zona se puede aprovechar para hacer compras en grandes cadenas y otras en pequeños comercios más interesantes (vinilos, antigüedades…). De allí nos dirigimos de nuevo hacia el Camino Real, pero por la otra punta, por el monumento de Copérnico, para terminar de nuevo en el barrio histórico. El paseo es interesante.

En Varsovia, este día, coincidió que se jugó un partido de la selección polaca, de la Eurocopa y la gente, sobre todo los hombres más jóvenes, estaban eufóricos, escandalosos y muy borrachos. Lo vivían, vamos a decirlo así, muy intensamente. Nosotros seguimos recorriendo las zonas que más nos habían gustado con tranquilidad. Esa noche cenamos en el apartamento algo ligero. La comida polaca es rica y contundente.

5º día: Varsovia - Cracovia

Hicimos el trayecto en tren desde Varsovia hasta Cracovia (2 horas y media en tren rápido), es puntual y muy cómodo. Te sirven café, té o agua gratuitamente y tiene servicio de comidas de pago.

A la llegada a Cracovia nos dirigimos (antes de ir al alojamiento) a la estación de guaguas para informarnos de los horarios y comprar los billetes para el 7º día (visita de Auschwitz). Los billetes con “asiento reservado” para 5 personas nos costaron 60 zlotys (1 hora y media de trayecto). Solo ida, la vuelta se compra allí.

Nos dirigimos a nuestro alojamiento, previa parada para recoger las llaves. Nos alojamos en Sodispar: apartamento Venice en la calle Bracha. Absolutamente recomendable. Espacioso, moderno, limpio y muy bien situado.

Cracovia nos encantó, es preciosa. Nada más encarar la plaza Rynek Glowny lo supimos. Se dice que es la plaza medieval más grande de Europa y en ella se encuentran, por ejemplo, la lonja de Paños, la iglesia de Santa María. Entre Varsovia y Cracovia nos quedábamos, sin duda, con Cracovia. Bellísima, llena de rincones y con un ambiente muy agradable.

Dejamos las maletas en el loft y nos dirigimos a almorzar a Goscinna Chata (calle Slawkoska), es un restaurante de comida típica. La comida era muy buena y estaba muy bien ambientado. Probamos la sopa típica, que sirven dentro de un pan (mmm, riquísima)

Después de comer visitamos el mercado de Paños y las iglesias de la plaza. Comenzamos a callejear, la ciudad invita a ello (tiene infinidad de rincones con magia), hasta el complejo fortificado Wawel. La visita es aconsejable.

El ambiente en Cracovia por la noche es muy animado. Con músicos por la calle, mercadillos, y mucha gente joven. Quizás más turístico que en Varsovia, pero también con mucho más encanto.

En Cracovia tampoco es un problema encontrar sitios para comer o tomar algo a cualquier hora.

6º día: Cracovia

Este día fuimos caminando hacia la Barbacana, puerta de entrada a la zona amurallada en la antigüedad, y a la zona de Florian. Vimos la plaza Matejki y luego dimos un paseo, rodeando la muralla, por los jardines de Planty, hasta la orilla del río, donde encontramos un pequeño paseo de la fama y la archiconocida estatua del dragón, que nos recibió soltando una llamarada de fuego de entre sus fauces.

Seguimos la ribera del río Vístula hasta el barrio judío y el antiguo gueto, Kazimierz. Comimos en la terraza Scandale (buena carne) en frente de la plaza Nowy. Visitamos el mercadillo de la plaza (también interesante) y tras alguna compra nos dirigimos a visitar el corazón del barrio, las sinagogas, el cementerio… Luego cruzamos el puente para visitar otros puntos significativos: plac Bohaterow Getta, los restos del muro del gueto…
 
Después de todo esto, como estábamos cansados, para volver a la zona antigua cogimos el tranvía. Una vez allí nos regalamos un ratito tomando un refrigerio en la plaza Maty Rynek ,ubicada justo detrás de la iglesia de Santa María, y luego nos dedicamos a pasear y escuchar a músicos en la calle.

Este día decidimos recogernos relativamente pronto, cenar en el apartamento y descansar,  ya que al día siguiente nos esperaba un buen madrugón para la visita de Auschwitz-Birkenau.

7º día: Cracovia - Auschwitz - Cracovia

Madrugamos (06.15) para ir a la estación y dirigirnos al antiguo campo de concentración y exterminio. La guagua de ida (salía a las 07.50), que en realidad era un microbús, y los asientos, que al contrario de lo que nos dijeron no estaban asignados, fue un medio timo. De hecho hubo gente que estuvo la hora y media del trayecto de pie o sentada en el pasillo. De todas formas existen varias compañías que hacen el trayecto, y pero, según nos dijeron, ponen las guaguas o microbuses en función de las reservas (pero como también la pueden coger los autóctonos u otros guiris sobre la marcha…). Es raro.

La visita a Auschwitz-Birkenau fue lo que se esperaba: sobrecogedora. Nos tocó ir en un día muy caluroso. La visita, si no vas con guía, se hace en unas cinco horas aproximadamente. La guagua interna es gratuita y la frecuencia depende de la hora del día.

A la vuelta tuvimos más suerte con la compañía de guaguas y era bastante mejor… era una guagua de verdad.

Al volver a la estación dimos un paseo por su galería comercial. Después del calor que habíamos pasado nos vino muy bien estar bajo techo, un tiempo, con aire acondicionado. Comimos ahí mismo. NOTA: Cracovia es un buen lugar para comprar zapatos y artículos de piel a buen precio.

Por la tarde disfrutamos de otros buenos paseos por los extrarradios en busca de algún lugar o, simplemente, por ver otras zonas, pero lo cierto es que siempre terminábamos en la plaza principal  y sus alrededores.

8º día: Cracovia

Este día habían montado unos puestitos en la plaza y, si ya de por si tiene encanto, aquello era un extra. Por supuesto navegamos entre artículos de la 2ª  Guerra Mundial, antigüedades… Luego, una vez saciada la curiosidad consumista, decidimos coger un carrito de tour guiado, para los cinco, que nos llevó a los puntos más importantes, otra vez, explicándonos una breve historia de cada sitio con una audioguía y el chofer (inglés), que también hacía de guía dentro de los templos. Fuera de que lo ya habíamos visitado, nos llamó la atención el museo de la fábrica de Schindler (muy recomendable) Las entradas estaban incluidas en el precio del tour. Cuando terminó le dijimos al chico que nos recomendara un lugar típico para comer y eso hizo, pero era un local pequeño y estaba lleno (tenía muy buena pinta). Fuimos a La Fontaine (calle Slawkowska) que también nos gustó. Estaba ubicado en uno de los subterráneos de la zona medieval de Cracovia.

Luego dimos un último paseo por la plaza y zonas aledañas, hicimos las últimas fotos y fuimos al apartamento, para luego salir a disfrutar la noche de Cracoviana en toda su esencia. Como curiosidad: los baños de los locales suelen ser mixtos.

9º día: Cracovia

Aeropuerto y a casa (directo). Por cierto, si te sobran muchos zlotys cámbialos antes de ir al aeropuerto, porque no hay oficinas de cambio y solo hay una tienda duty free donde gastarlos, en la que te devuelven (el cambio) en la misma moneda en la que compras. Otra opción es guardarlos para gastarlos en el duty free del avión o especular con divisas.