miércoles, 1 de febrero de 2017

MALDIVAS: 6 DÍAS/5 NOCHES. ENERO 2017.


MALDIVAS: 6 DÍAS/5 NOCHES. ENERO 2017.

Hudhuran Fushi, Maafushi y Malé.

                En las maldivas se pueden hacer 3 cosas, amén de realizar buceo o snorkel en todo momento, según la isla en la que te quedes:

                Si la isla es privada se tienen todos los servicios cubiertos. Se puede incluso beber alcohol. El resto del país es completamente abstemio y beber alcohol está completamente prohibido. El uso del bikini para las mujeres dependerá de las costumbres locales de cada lugar. Hay islas con “bikini beach” y otras no. Importante por lo tanto informarse bien si lo que se quiere es conocer costumbres locales exclusivamente o también va a apetecer un baño en esas increíbles aguas turquesas. Por último está Malé, la capital. Recuerda las concurridas y caóticas ciudades asiáticas de los alrededores. Muchos turistas la obvian en sus viajes. Aunque caótica es fácil de recorrer una vez ubicado y a nosotros particularmente nos parece indispensable.

                El país se divide en 26 atolones. Hay sobre 200 islas habitadas y cerca de 90 dedicadas únicamente al turismo relax, de un total de 1190. Los atolones más del sur y del norte son más alejados e incluso algunos están deshabitados.

                Este viaje lo hicimos un amigo (hombre) y nosotros (mujer y hombre).

 

Día 1: Hudhuran Fushi

                Llegamos a Maldivas desde Frankfurt. Fue una escala obligada desde Gran Canaria. Eran las ocho de la mañana. El aeropuerto es una pequeña isla al lado de la capital. Es muy recomendable elegir asiento con ventana para poder disfrutar de las vistas aéreas del país.

                Como nos tomamos el viaje como un pequeño regalo y nos gusta hacer de todo, quisimos tocar, un poco, los tres ambientes y exprimir  la estancia todo lo posible. También pensamos que si lo que se busca es únicamente relax: este es el destino.

                Primero tocamos el relax. Nos alojamos en Adaran Ocean Villas (Hudhuran Fushi). En el precio estaba incluido el traslado en lancha, aparte de todo lo demás. Si lo planteas con tiempo puedes indagar precios, ofertas, y en cuanto veas una interesante, no la dejes escapar… vuelan. Pero, en general, los resorts con todo incluido (al final vas a terminar comiendo su comida) suelen ser saladetes (unos más que otros) Este, dentro de los precios más razonables estaba muy, muy bien. La isla era encantadora, cerca de la barrera coralina, el servicio muy bueno… e incluso por las noches acudían tiburones a las cercanías de las instalaciones. Un consejo: Si te hospedas ahí que tu habitación sea dando al ocaso, es mejor.

                Ir a un resort supone que todo lo que quieras hacer (incluido comer) lo vas a tener que hacer a través del propio resort. Como nosotros íbamos a irnos de allí dejamos todo el buceo, excursiones, etc… y nos centramos en el snorkel y en desconectar esos días.

                Pocos más hay que contar. Llegamos temprano. Dos noches.

 

Día 2: Hudhuran Fushi

                Pues eso. Disfrutar.
 


 

Día 3: Hudhuran Fushi - Maafushi

                Sobre el mediodía nos recogió, en el muellito del resort, la barca rápida que nos llevaría al aeropuerto nuevamente. Desde allí cogimos otra lancha rápida hasta Maafushi (15 dólares), con una pequeña escala en Malé. Todo en menos de una hora.

                Maafushi en una isla habitada que se está abriendo a un turismo más económico. Los precios de todo se reducen considerablemente. La isla tiene varias mezquitas y, aunque el pueblo ha aceptado hacer más la vista gorda que en otros lugares con las costumbres indumentarias, fuera de la “bikini beach”, el sentido común y respeto exige un poco más de contención con el exceso de voluptuosidad (pero se puede andar por toda la isla en pantalón corto y manga hueca seas hombre o mujer).

                La isla, viniendo de donde veníamos, tenía ventajas y desventajas. Las principales desventajas: Todo era menos paradisiaco, olvídate del snorkel cercano (todo excursiones), el mar aunque turquesa estaba más revuelto… Las ventajas: Precios mucho más asequibles, distintas ofertas, todo tipo de excursiones, inmersiones, avistamientos… Muchas cosas no las aseguran o como dicen ellos: “Fithty-Fithty”. Es ir y ver si hay suerte, pero si te gusta el tema del submarinismo, snorkel y todo eso… este es tu sitio. Mañana, tarde y noche. Los precios, como ya dijimos, son muy competitivos.
 
 

                Nos alojamos en Seashore Beach inn, en frente de la Bikini Beach. El sitio no estaba mal, con vistas, habitaciones justitas y sin ascensor. Hay muchos tipos de alojamiento por el poblado con encanto. La cercanía a la playa, por dimensiones y por el tipo de isla, a posteriori, no nos pareció de lo más importante. Lo bueno es tomarla como referencia, ya que es la zona por donde puede haber más “jaleo” a la hora de darse un paseo. El resto del pueblo es mucho más tranquilo. Es un pequeño contraste, aunque tampoco hay fiesta como tal.

                La isla merece unos paseítos tranquilos. En ella, como curiosidad, está la cárcel (se puede pasear por los alrededores), pero no se veían presos. Algún momento playa-relax, compras, una buena cena…, pero sobre todo lo dicho: actividades acuáticas de todo tipo. Dos noches, para visitar los alrededores y tener tiempo para todo lo demás, fue suficiente para nosotros.

                Cogimos algunas actividades con icom tours. La oferta es buena y variada. Te hacen un reportaje fotográfico y te lo graban en una memoria. Eso sí, revisarlo es obligatorio, a nosotros  nos grabaron las peripecias de otros grupos y ya, desde casa, no pudimos recuperarla, aunque nos pusimos en contacto con ellos nada más llegar.

 

Día 4: Maafushi

                Actividades, relax y paseos…
 
 

Día 5: Maafushi - Malé

                Por la mañana, antes de abandonar el apartamento, nos levantamos temprano para desayunar (incluido) y disfrutar de los últimos momentos de playa que le quedaban al viaje. Cogimos otra lancha rápida. Se reservan en varios sitios a los mismos precios y horarios.

                Unos 50 minutos hasta Malé. Ya el muelle fue un caos. Tuvimos que ir preguntando para saber quién nos mandaba el hotel, Somerset inn, a recoger (incluido) Nada de cartelitos. El hotel estaba bien ubicado (todo a un paseo) y era correcto.

                Malé rompe la tranquilidad. Un avispero de motos, algunas construcciones curiosas, varias mezquitas (la mezquita antigua, con su cementerio aledaño, es la más destacada) y sobre todo los mercados. Cerca de la Lonja hay varios. En los muelles hay uno con pescado seco, fruta y artículos variopintos. Luego está la propia Lonja. Sin ser muy grande es muy curiosa y se puede observar trasiego local del gremio. La Plaza de la República, la lonja, la mezquita vieja y un poco de avenida marítima, sería la “milla de oro turística”. Sin olvidar sus alrededores. También hay lugares para comer (Olive Garden) y hacer alguna compra, aunque menos relajadamente. Fuera de ahí la avenida principal estaba plagada de comercios y tiendas más al estilo lugareño. Las cercanías de la avenida también son animadas. Se puede recorrer la isla andando. Eso sí, la mayoría de lugares tienen sus horarios adaptados a las costumbres y llamadas al rezo islámicas, por lo que puedas verte con incompatibilidades de momentos coincidentes.
 
 

                Por las noches la ciudad se duerme, desparecen las motos, cierran la mayoría de locales y la gente desaparece de las calles. Es otra ciudad, oscura y laberíntica

                Si se pudiese obviar o no es una decisión personal. Al fin y al cabo se lo pones a una cosa y se lo quitas a otra, pero una visita nos pareció interesante, entretenida y asequible.

 

Día 6: Malé

                Paseamos un poco y desayunamos (incluido) Era viernes, Y todo estaba cerrado. Viene a ser nuestro domingo. Recogimos las cosas. Antes del mediodía el transporte del hotel (incluido) nos llevó al puerto. Desde allí  nos llevaron al aeropuerto en barca. La embarcación, ya no tan moderna, era de uso local y también estaba incluida en el precio del hotel.

                Antes de volver a casa hicimos otra escala en Frankfurt.