sábado, 1 de mayo de 2010

TAILANDIA: 9 DÍAS/8 NOCHES. ABRIL 2010.



TAILANDIA: 9 DÍAS/8 NOCHES. ABRIL 2010.


Sukhothai – Bangkok


Primeramente, decir que veníamos (un hombre y una mujer) de pasar una semana por Vietnam. En Tailandia estuvimos 9 días. En este viaje decidimos tocar sólo dos zonas: Sukhothai y Bangkok. Dejamos sin visitar las playas, principalmente, para no estar todo el  rato en aeropuertos y con prisas.

Se puede dividir, de manera muy general, a Tailandia en tres:

Zona norte-centro: Más de templos y selva. Pueblos pequeños. Etc.

Bangkok: Ciudad moderna y tradicional. Mucho que ver y hacer.

Zona sur: Playas tranquilas y playas de fiestón (no fuimos)

 

Día 1: Hanói – Bangkok – Sukhothai

                Del norte destacan, sobre todo, 3-4 ciudades: Chiang Mai, Chiang Rai, Sukhothai y Lampang.

                Nos decantamos por Sukhothai. Estuvimos en Old Sukhothai (alojamiento: Pin Pao. Muy bueno, con piscina y abundante desayuno. Habitaciones muy bonitas. A un paseo de las ruinas y varios templos que ver de camino)   y New Sukhothai (alojamiento Guest House TR. Hay bungalós interiores y son bonitos. Buena comida). NOTA: Siempre aire acondicionado, en cualquier parte. Lo mejor de Sukhothai son sus ruinas (zona vieja). Hay que alquilar bicis y salir de temprano. Dan mapas con las bicis. El recinto central es inmenso y si lo queréis ver todo son un par de horas buenas. Además, hay otros recintos que están a un paseo, más alejados, y su visita es muy aconsejable. Es una zona impresionante y, por lo que dicen, la mejor zona arqueológica de Tailandia.

                El aeropuerto de este lugar es muy pintoresco y bonito. Pequeñas guaguas te llevan a la zona vieja o nueva. Hacen el trayecto en función de los alojamientos de los turistas. No vimos taxis.

Llegamos sobre el mediodía, por lo que no contábamos con tiempo, ese día, para visitar las ruinas con tranquilidad, así que salimos a explorar un poco los alrededores, reservamos un masaje en la terraza del hotel (de los mejores), por la noche fuimos a una explanada, donde habían puesto algo parecido a una feria con músicos en directos, y luego nos fuimos a cenar. Las cenas se pueden reservar en los alojamientos. En Old Sukhothai no encontramos mucha oferta de restaurantes y bares.

 

Día 2: Old Sukhothai – New Sukhothai

Este día, desde temprano, desayunamos y nos fuimos dirección a alquilar las bicis, para ver las ruinas, pasando primero por algunos bonitos templos y mercados.

Como ya dijimos la excursión puede llevar unas 5 horas o más si se decide explorar todo el complejo y sus anexos más alejados. Templos, budas gigantes y miles de años de historia. Imprescindible.
 
 

De Old Sukhothai a New Sukhothai hay unos 12 kilómetros. Hay guagüillas, tipo camión, que hacen el camino y salen periódicamente. Las paradas también son anárquicas. Al devolver las bicis cogimos la guagua y paramos en el hotel, donde habíamos dejado el equipaje preparado, para seguir en la misma guagua (el chofer nos esperó) hasta New Sukhothai.

Fuera del mercado de comida nocturno poca cosa hay que hacer allí, quizás una vuelta para ver algún templito.

                La oferta de restaurantes y lugares para tomar algo, fuera de los hoteles,  sin embargo, en New Sukhothai  mejora bastante.

                Si se llega a esta zona temprano se podría condensar todo (ruinas y mercado nocturno) en un solo día e inspeccionar la zona más rápidamente.

Otras ciudades, más al norte, interesantes suelen ser Lampang (de paso) y Chiang Mai (segunda más grande de Thai). Dicen que es muy bonita y tranquila, como una pequeña Bangkok sin escándalo.

Lampang suele ser una parada ente Sukhothai y Chiang Mai. Son 3-4 horas de carretera. En los dos lugares hay aeropuerto, por lo que se puede ir por un lado y volver por otro. Hay guaguas o transportes particulares (estos últimos bajo pacto previo de la minuta). También se pueden alquilar motos. Si hay más tiempo, otra opción es Chiang Rai (más al norte). Popular por sus actividades de trekkinn, entre otras cosas.

 

Día 3: Sukhothai – Bangkok

Toma de contacto (Rickshaws, templos y Siam (compras))

En Bangkok, nos cogieron unas revueltas entre camisas rojas y el gobierno (azul). La cosa se puso calentita y hubo movidas importantes, incluso un toque de queda (sobre 6 horas) donde se sacaron los tanques a la calle, hubo tiros y murieron personas en frente de nuestro hotel. También nos tocó vivir el año nuevo asiático… y eso son 2 días de fiestón, en los que caminar resulta casi imposible por algunas zonas. Y por las noches...vamos, vamos, vamos… buff!!! Fiestón.

Debido al gran número de mercados, centros comerciales y a los competitivos precios de la capital, se recomienda llevar la maleta ligera y llenarla allí.

Alojarse en Khaosan es controvertido. Los más puristas denostan el lugar, pero los mochileros y la gente joven lo adoran. Hay buena vida nocturna y muchas tienditas. Para nosotros fue un lugar inmejorable y bien situado.

En nuestro hotel (Rikka Inn) ofrecían, desde internet, precios interesantes. Merece más la pena hacerlo así. STambién se puede pillar habitación in situ, pero bajo disponibilidad y regateo previo.

Llegamos temprano (sobre mediodía) y pillamos un taxi. hasta el hotel

Dimos un paseo, desde la zona del hotel, en busca de familiarizarnos con el lugar y ubicarnos un poco. Por el camino, en un templo, un monje nos dijo que había rickshaws, con unos colores determinados en las banderas que llevan, para pasear a guiris por un precio cerrado (barato) y nos paró uno. Un par de euros por 4 o 5 horas. Lo que pasa es que, si los para uno mismo, los precios “cambian” y tienes que regatear. En los taxis siempre hay que pedir el taxímetro, si no mejor bajarse. También depende de la zona, por ejemplo, en zonas comerciales y cargados con compras los precios poco más que los ponen los propios taxistas y no admiten regateos razonables. Pero la solución es caminar unas manzanas y parar alguno en la calle. Muchos conductores de rickshaws querrán pararte en tiendas “amigas” para que compres. Trabajan a comisión. Esto vale si se quiere algo muy concreto o selecto, pero si no es un coñazo. Se puede utilizar la técnica de entrar y salir o negarse previamente a visitarlos y pagar algo más.

El rickshaw que pillamos, gracias al monje, lo utilizamos por varias horas para visitar algunos templos y monasterios (Wat Benchamabophit, Wat Intharawihan…), el Viejo Bangkok (Ko Ratnakosin) y terminamos en Wat Saket (Templo de la Montaña Dorada). Allí lo dejamos y fuimos en el taxi fluvial del rio (muy típico, auténtico y barato para moverse) hacia Siam Square (zona comercial). Lo único, para el taxi fluvial, es no liarse. (NOTA: Hay muchas formas de moverse en Bangkok: rickshaw, taxi, barco, guaguas, taxi fluvial, metro, skytrain, moto…). En la zona de Siam Square los centros comerciales parecen normales a primera vista, pero luego, si profundizas, están los alocados pasillos llenos de tiendas, con plantas gremiales (ropa, tecnología…) Es muy curioso. En todos admiten regateos, pero más en los últimos. En Tailandia, si quieres economizar (excepto en la comida), siempre hay que regatear.

Luego masajito y Khaosan Road, modo descanso. Fue una paliza.

En los puestitos y carritos de Khaosan se cena de escándalo (pad thai) y baratísimo, aunque hay muchísima oferta de bares y restaurantes en toda la zona.

 

Día 4: Bangkok (Templos, Phaurat, Barrio Chino, Silom y rascacielos)

Salimos temprano y nos pusimos a caminar, callejeando, hacia el Monumento de La Democracia. Vimos mercadillos de lotería lugareños y varios puntos donde se evidenciaba que las protestas de los “camisas rojas” iban en aumento. Aunque, con los turistas, todos eran muy amables y querían ayudarte todo el tiempo. El monumento en cuestión y sus alrededores estaba literalmente sitiado por los manifestantes, en incontable número. Llegamos, tras recorrer varios lugares en el camino, a Wat Pho. Es donde se encuentra el  buda gigante tumbado, entre otras maravillas. Impresionante. NOTA: En los templos… zapatos fuera.
 
 

Tras reponer algunas fuerzas, el calor era sofocante, fuimos cruzando Phaurat (Little Indian) hasta el Barrio Chino. En ambos se pueden buscar mercados, tiendas, recorrer sus rincones e incluso comer algo, pero lo que más nos llamó la atención fueron las farmacias tradicionales chinas. Luego nos dimos otro paseo para visitar el Gran Palacio y el Wat Phra Kaew. Impresionantes.  Durante los paseos pasamos por todas la zonas aledañas posibles, por lo que vimos algunos otros templos ese día ( Wat Suthat)

Al atardecer, tras una duchita en el hotel, fuimos (en taxi) al Moon Bar at Vértigo. Un bar con vistas espectaculares, situado en la azotea del Bayan Tree Hotel. De ambiente muy selecto, donde por una copa te sacan los ojos. Desde allí, otra vez caminando, a la zona de Silom. Más adelante volvimos al lugar de día y ofrecía otro ambiente, pero de noche, para utilizar un adjetivo suave, nos pareció algo sórdido. No tanto por los bares dirigidos a un ambiente de mayoría de edad (que también), sino porque era difícil pasear sin que, por ejemplo, te ofrecieran pornografía. Luego tenía puestitos dirigidos a los turistas y eso, pero no nos pareció un sitio muy sano para pasar la noche. Los mismos turistas eran más chiflados y gritaban más… Eso sí, recalcamos que de día ofrece una cara más amable y toda la zona tiene un ambiente menos sórdido (más comercial). De camino hasta la propia Silom (más en el extrarradio que alrededores), también por la noche, muchos jóvenes vendían ropa, algunos diseños propios, en tiendas (puestos) a pie de calle (con el vestidores inexistentes). De esa zona volvimos en taxi.

 

Día 5: Chatuchak Market – Enfrentamientos Bélicos

Fin de semana. Chatuchak Market. A comprar y regatear. Mercado infinito y lleno de todo lo que se pueda querer. Si vais a comprar buscad profundamente y comparad. Las calidades varían mucho. No tanto el precio.

Hay que coger taxi (taxímetro) 2 euros. Hay un parque muy agradable, cerca, donde poder descansar. Se puede comer bien en el mercado o comprar y llevar algo al parque para apartarse del bullicio.

De vuelta al hotel, para dejar el botín, el taxista nos dejó tirados. La calle del hotel (Khaosan) se había convertido en el lugar de batalla. Fuimos andando hasta el hotel en dos horas y la batalla empezaba en tres. Por una nos salvamos. Vimos los tanques llegando por la carretera, helicópteros, balas, muertos…. Muy fuerte. Pero a las 23h acabó la lucha. Los camisas rojas se hicieron fuertes (ganaron) y hubo víctimas por ambos bandos, pero allí siguió la vida de una forma impactante (como si no hubiese pasado nada) Después de todo lo sucedido las persianas empezaron a abrirse, los carritos salieron a la calle y la vida continuó. Si alguien hubiese llegado en ese momento igual no se hubiese dado cuenta de lo ocurrido. Nosotros cenamos y nos fuimos a dormir. No había cuerpo, desde hotel se habían oídos balaceras, cañonazos...

 

Día 6: Zona Este – Centro

Este día, desde temprano, fuimos a recorrer un poco la zona que el día anterior habíamos visto a la carrera y llegamos nuevamente al  Mercado de Chatuchak. Desde allí pillamos el metro (algunas paradas del skytrain estaban tomadas por los “camisas rojas”) hasta el parque principal (Lumpini), donde se puede pasear, ver pagodas, gente haciendo ejercicio… Recorrida toda esa zona tomamos dirección al Wat Traimit (Buda de Oro) y, tras recorrer también sus alrededores, fuimos al hotel para relajarnos y disfrutar de la zona. Durante el camino nos encontramos con numerosas barricadas (algunas con militares) que cortaban las calles y que no podíamos sortear, teniendo que buscar rutas alternativas, generalmente más largas. Una vez por el hotel nos dio tiempo a refrescarnos, darnos un masaje, cenar y disfrutar un poco de la noche. Ese día también hubo disturbios y enfrentamientos, pero alejados del hotel. Los días siguientes nos pudimos hacer una idea de lo que pudo haber pasado en esas zonas, ya que vimos muchos tanques y camiones estallados o tiroteados, sin contar con pequeños lugares que se habilitaron para honrar a los caídos, a pie de calle.

 

Día 7: Mercado Flotante – Zona comercial – Fiesta

 Después de comprobar, nuevamente, algunos de los hechos bélicos que habían sucedido en esos días, decidimos planificar la visita del mercado flotante de Damnoen Saduak, para este día. Está en las afueras (más de 100km SE) y dicen que es el más auténtico. Pillamos un tour pactado. Los precios de los taxis eran muy caros y la otra alternativa era un madrugón y la guagua. El tour, a parte del mercado, ofrecía otras atracciones (encantamiento de serpientes, monta de elefantes…), pero, como sólo queríamos una de las turistadas, arreglamos un precio y quedamos en que luego, tras el mercado, nos devolvieran a Bangkok de alguna manera. Intentaron, en varias ocasiones, que pagásemos más (un poco menos que el tour) y viésemos el resto de espectáculos, pero nos negamos, quejamos… y terminaron llevándonos a Bangkok. Entre unas cosas y otras (trayectos, negociaciones y el propio mercado) llegamos a unas horas del atardecer, por lo que dimos una vuelta por los alrededores del hotel y el monumento a la Democracia.
 
 

En la zona del hotel, y otras de conflicto, la gente mezclaba la curiosidad, por las huellas de las batallas, con el ímpetu de la primera noche de fiestón (la previa) del año nuevo.

Esa noche la tomamos relajada. Teníamos algunas zonas que recorrer y compras que realizar, por lo que tampoco queríamos perder el siguiente día durmiendo o con resaca.

 

Día 8: Bangkok (Última vuelta, compras y fiestón)

 Nosotros fuimos hacia Silom y Siam, callejeando, para darle otra vuelta a la zona con algo más de luz y ver si comprábamos algo. Durante el camino paseamos entre tanques rotos y camisas rojas victoriosos (habían conseguido parte de sus peticiones), pero también encontramos un centro comercial (no recordamos el nombre) que tenía unas plantas dedicadas al papeo exclusivamente y allí comimos. Seguimos explorando el lugar, perdiéndonos, pero la fiesta cada vez se hizo más intensa, iba en aumento y terminamos por rendirnos. Te mojaban y ponían un mejunje en la cara (es la tradición en fin de año). Esta vez sí, fuimos para Khaosan a disfrutar toda la tarde-noche del indescriptible ambiente. El buen rollo y jolgorio de ese día contrastaba con el recuerdo de los días anteriores.
 
 


Día 9: Bangkok – Madrid – Gran Canaria

Salimos hacia el norte por los alrededores de la Asamblea Nacional. El puente de la zona también había sido escenario trágico de otro enfrentamiento y aún se notaban, explícitamente, las huellas de otra batalla campal. La zona no ofrece nada espectacular, excepto el encanto autóctono de barrio. Luego comimos en uno de los cientos bares Thai que había por allí, nos dimos una última vuelta por algunas zonas que queríamos repetir y terminamos en Khaosan (con algo de fiesta, aún incipiente). Nos dimos un último masajito, nos relajamos por las zonas aledañas y para el aeropuerto. El avión salía tarde y, como el hotel era barato, pillamos la habitación también esa noche (aunque no fuésemos a dormir) para ordenar y tener ducha antes de coger el avión para volver a casa.

 

E. Jota