martes, 1 de noviembre de 2016

ESCOCIA: 7 DÍAS/6 NOCHES. OCTUBRE 2016


ESCOCIA: 7 DÍAS/6 NOCHES. OCTUBRE 2016

Edimburgo, Kinross, Pitlochry, Inverness, Portree, Fort Williams, Stirling y Glasgow

Día 1: Edimburgo

                Llegamos (una mujer y un hombre) a Escocia vía Madrid. En el aeropuerto hay una guagua: Airlink (4,5 libras), con salidas frecuentes hacía el centro de Edimburgo, que fue la que cogimos. El billete lo vende el propio chofer.

                Llegamos al apartamento (Holyrodd Aparthotel) a la hora del check-in y de ahí a la calle. El apartamento estaba bien situado. Sin lujos. Edimburgo está plagado de lugares de interés. Visual e históricamente es muy entretenida. El primer día, como de costumbre, aprovechamos para ubicarnos un poco.

                Si tomamos como referencia Princes Street, por un lado está (a nuestro parecer la zona más intersante): Edinburgh Castle, Scottish National Galery, la estación de trenes (Waverley Station), Grassmarket, National Museum…  Hacia el norte (menos turística): El Calton Hill, St Andrews Square, Saint Mary´s Cathedral… En los lugares medianamente turísticos se puede comer algo sin mucha complicación. Aunque la ciudad no es demasiado grande, si se quiere ver tranquilamente y visitar sus monumentos sin prisas, es recomendable madrugar y llevar calzado cómodo.

                Este día, recorrimos gran parte de la ciudad. Comimos en puestitos, cenamos en una cadena de comida rápida y paseamos por la Royal Mile antes de ir para la cama. Mucho tute.

 

Día 2: Edimburgo

                Aprovechamos para terminar de ver la ciudad y andarla sosegadamente. Son lugares de visita obligatoria (amén del castillo, catedral…): El Calton Hill, donde disfrutar de unas inmejorables vistas de la ciudad. También,  el Royal Mile Market (un mercado de artesanía muy curioso dentro de una antigua capilla), dar una vuelta por su coqueto y entretenido Museo Nacional (al lado de la estatua del perro Bobby), alguno de sus tours guiados (Real Mary King’s Close…) bajo reserva o pasear por los alrededores de Holyrood Palace. Se puede subir a la montaña, pero es un trecho.
 
 

                Yendo hacia Grassmarket paramos a comernos un bocata de cerdo en Oink!. Buenos y contundentes. Existen varios tamaños. Desde este barrio se puede alcanzar, a un paseo, el Museo Nacional o la zona universitaria.

                Por los alrededores de Grassmarket hay algunas zonas de bares, pubs y discotecas agradables. Cenamos picoteando durante la tarde y de colofón la “backed potato” (depende del relleno será más o menos sabrosa). La Royal Mile siempre está atestada de gente, pero no hay muchos lugares de copas.

                NOTA: En toda Escocia hay tiendas de adornos navideños a buenos precios, que parecen abrir durante todo el año.

 

Dia 3: Inverness (kinross, Pitlochry)

                Cogimos el coche en la estación de Waverley. Lo de conducir por la izquierda es una aventura, que depende de lo arriesgado y mañoso que sea cada cual (para hacerlo o no)

                Antes de llegar a Inverness hicimos una parada técnica, a una hora de carretera, en Kinross para desayunar, en una encantadora cafetería de la cual no recordamos el nombre, ver Loch Leven y el castillo. Poco más.

                Más adelante paramos, nuevamente, en Pitlochry (otra hora) Bonito pueblo, que les encantará a aquellos que puedan gozar de tiempo para pasear por sus parajes más rurales. Moulin, de las zonas más anexas al pueblo, es muy agradable para esto último. El pueblo, entendido como casco, son 4 o 5 calles, aunque muy chulas. Comimos en la cafetería Victoria’s. Normal.

                Llegamos a Inverness tras otra hora y media de coche. Ya atardecía. NOTA: Hay que contar con los cambios horarios (mucho más llamativos por esas latitudes) La ciudad, reconocida como tal desde hace poco, no es gran cosa. Se recorre rápido y hay poco que ver (río Ness, Victorian Market, St Andrew’s Cathedral, iglesias...) También publicitan la estación de guaguas, como reclamo turístico, pero no nos pareció nada del otro mundo. Aquí los precios empiezan a bajar en comparación con Edimburgo. Cenamos unas hamburguesas y nos fuimos a descansar. No había mucho que hacer por la noche.

                 Nos alojamos en Ardentorrie Guest House. Bonito y acogedor. Tiene una terraza, con vistas a la ciudad, donde se desayuna (incluido).

Día 4: Portree (Urquhart Castle, Eilean Donan Castle)

                Una vuelta para ver algún punto de los nombrados antes (de día), desayunar, y para el coche.

                De camino a Urquhart Castle (30 minutos) hay multitud de lugares donde pararse para observar el Lago Ness, pero el propio castillo ya es un buen lugar. Para economizar en los castillos se puede adquirir la Explorer Pass, una tarjeta que, en función de los castillos que se quieran visitar, abarata bastante los precios. No todos los castillos están incluidos, pero la mayoría sí.

                La siguiente parada: Eilean Donan Castle. A una hora de carretera. Este castillo es de pago (7 libras) Sin contar con que el castillo fue decorado en la película de Los Inmortales, es auténticamente bonito. Pertenece a una familia. Es de los más recomendables. Allí  mismo (por fuera) comimos algo.
 
 

                Desde que salimos en el coche, ese día, la carretera fue increíble. Obligaba a parase, a cada instante, y fotografiar paisajes, rebaños de ovejas o a alguno de sus toros peludos. Un espectáculo.
 
 

                A Portree (tras otra horita de coche) llegamos con bastante tiempo para visitar Old Man Of Storr (algo más alejada). Una piedra ubicada en el quintísimo pino, con unos alrededores y unas vistas realmente hermosas. Existen varios miradores y otras zonas de pateos rurales de interés.
 
 

                Cenamos en Cuchullin (muy aconsejable) y nos alojamos en The Portree Hotel (algo caro para las prestaciones)

                Pasear por el pueblo es fácil y necesario. Sobre todo por el puerto (extremadamente pequeño) No hay demasiadas infraestructuras de interés, aunque, para lo pequeño del lugar, varios bares y restaurantes.

Día 5: Stirling (Fort Williams, PN de Trossachs)

                Desayunamos en el  Antlers Bar (incluido) y fuimos a dar una vuelta por los alrededores, antes de volver a coger el coche. Fueron casi 3 horas (con paradas) hasta Fort Williams. El pueblo es recogidito. Tiene una calle principal comercial y poco más. Comimos en The Crofter (comida tradicional muy rica) El camarero fue muy amable y hablaba español.

                Seguimos nuestro viaje a través del Parque Nacional de Trossachs y llegamos, otra vez a causa de las paradas, en algo más de 3 horas a Stirling. Llegamos antes de que oscureciera. Paseamos, como siempre, para ubicarnos y terminamos cenando en un “Fish and Chips” de los alrededores. Nos alojamos en Friars Wynd Hotel. Bastante bien ubicado y acogedor (desayuno incluido).

Día 6: Glasgow

                Lo más destacado de Stirling sería: su castillo (otro de los más bonitos y acondicionados), la Old Town Jail, La iglesia de Holy Rude o rodear la ciudad por el exterior de los restos de su muralla. Luego como siempre, perderse un poco por ahí, aunque, con excepción de algún parque, las afueras carecen de interés. De las ciudades, vistas en este viaje (después de Edimburgo), nos pareció la de más encanto y en la que más cosas uno se podía entretener (dentro del casco histórico). Hay muchas tiendas curiosas, terrazas, y bastante vida por las calles (no exclusivamente turistas) por el día y por a noche.
 
 

                 A un paseo en coche se llega al monumento de William Wallace. Si no se quiere entrar al torreón (de pago) se puede acceder al camino e ir al pie del monumento gratuitamente. El paseo es agradable, el monumento impactante  y las vistas merecen la pena. El lugar más que nada es turístico. De hecho, como curiosidad, muchos de los suvenires tenían el rostro de Mel Gibson.

                Llegamos a Glasgow (1 hora). Realmente pensamos que esta ciudad da para más de un día. Es cierto que arquitectónicamente no es Edimburgo, pero es grande, con mucha más vida local y varios lugares interesantes que conocer. Destacan la Catedral de Mungo (desconocida para muchos lugareños), Buchanan Street, la City Chambers, zona universitaria… Por la noche Buchanan Street y alrededores se ilumina, se pone guapa, aunque mantiene la animación y trasiego diurno. Es posible tomar algo en un ambiente menos turístico. Por lo general, se puede decir que Glasgow es de lo más barato de Escocia. También, en el lado menos bueno, es el lugar donde más pobreza se observa en la calle.

                Comimos en un buffet de comidas del mundo. Muy interesante si te gusta la comida asiática. El alojamiento fue en un Ibis. Discreto y normal. La mayor pega es que, aunque no mucho, estaba algo alejado del centro.

Día 7: Glasgow

                Desayunamos, repetimos algún lugar y fuimos al aeropuerto para volver a casa.